Somos muchos los sufridores de la dureza de las cuerdas de la guitarra acústica, ese quema dedos que hace que a veces se nos quiten las ganas de cogerla, sobre todo si has estado un tiempo sin tocarla y vienes de una eléctrica cómoda.
Considerando lo normal utilizar un juego de 011 la tensión que queda para tocar algunos acordes con cejilla puede dejarte unos surcos en el dedo como una Sigue leyendo