El guitarrista ha de afrontar con firmeza los retos que se le plantean durante su vida musical, como sucede en algunas fiestas o encuentros en los que tras ponerse bien cocido del alcohol, andar pedo, bien ciego, a alguien de los presentes se le ocurre la gran idea de que el guitarrista mamado demuestre sus habilidades en público.
Aquí van nuestros consejos para salir de esa situación lo más airoso posible